miércoles, 30 de septiembre de 2009

HISTORIA

Compuesto por Caballeros, Escuderos, Infanzones e Hijosdalgo sin oficio de armas con solar asentado en Cuenca, fue instituido bajo la advocación del Espíritu Santo y con el apóstol Santiago como santo patrón en el siglo XIII, tras ser reconquistada la ciudad por don Alfonso de Trastamara, esposo de doña Leonor de Gascuña, hermana de Ricardo I de Inglaterra, Corazón de Léon, junto con otros dos cabildos: el Catedralicio o de clérigos y el de "Guisados de Caballo" formado por las milicias de caballería villana o parda. Los estatutos tardomedievales lo denominan "Ylustre Cabildo de Caballeros Hijosdalgo de la Noble Ciudad de Cuenca". Esta nobleza local fue compaginando de forma creciente sus labores militares, concejiles y religiosas, teniendo representación tanto en el Concejo de la ciudad, participando en las decisiones y en la elección de cargos tales como los Alcaldes de Hermandad, auténticos alguaciles o comisarios de justicia o los Caballeros de la Sierra con la misión de vigilar los bosques, pastos y ganados, como en la Procuración en Cortes, siendo algunos de sus delegados: Gómez Carrillo de Albornoz, Mosén Diego de Valera, Lope Vázquez de Acuña, Honorato de Mendoza, hijo primogénito de Juan Hurtado de Mendoza, señor de Cañete, y de su primera mujer, doña Inés Manrique, o Luis Pacheco de Silva, señor de Villarejo de Fuentes y su tierra, esposo de doña Ana Condumario, hijo de don Alonso de Silva, II conde de Cifuentes Alférez Mayor de Castilla y de la varonil doña Beatriz Pacheco, condesa de Medellín con quien casó en segundas nupcias.
El día de 2 de julio del año de 1565, siendo el obispo de Cuenca, don Bernardo de Fresneda, confesor y consejero del rey Felipe II, se agrupó en una cofradía fundada con limpieza de sangre en la Iglesia de El Salvador por los nobles y familiares de la Inquisición Juan del Barrio y Alonso de Pedraza, bajo la advocación de la Virgen de la Soledad, de quien era muy devota la reina consorte doña Isabel de Valois. Por bula del Papa Clemente VIII de 1602, tiene el privilegio de organizar en exclusiva la procesión del Santo Entierro. Se tomó el acuerdo en julio de 1603 de llevar estandarte propio con el que el Cabildo se distinguiría en las ceremonias religiosas y actos públicos, en particular a la misa que el día de Santiago se celebraba en el hospital que la Orden de caballería del mismo nombre poseía en Cuenca, disponiéndose el modo en que se había de confeccionar: : un pendón de damasco con las armas reales de Castilla y León en el anverso, y en el reverso una cruz de “Santi Spiritus”. En fechas posteriores son confirmados estos privilegios en las concordias entre el Cabildo-Congregación y la Iglesia del Salvador en virtud de modificaciones, ampliaciones y restauraciones de dicha capilla, 3 de agosto de 1603, el 5 de marzo de 1664 y se adoptó el estandarte con con las Armas Reales de Castilla en el anverso y la Cruz de Sancti Spiritus en el reverso.
El 5 de marzo de 1664 y ante Julián Solana, secretario del Ayuntamiento, se firmó una concordia entre los Srs. D. Cristóbal Álvarez de Toledo y Milán de Aragón15, IX Señor de la Casa de Cervera, y D. José Carrillo de Toledo y Toledo16, señor de la Parra y suegro de D. Cristóbal, como mayordomos del Cabildo y de la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad, de una parte y de otra D. Francisco Buendía, cura de la parroquia del Salvador y el licenciado D. Pedro de Iniesta, mayordomo de la fábrica de la citada Iglesia, para la construcción de una sala donde celebrar las juntas el Cabildo unida a la capilla fabricada que dicen que es la que está enfrente de la puerta principal de la dicha IglesiaMediante Real Cédula de 6 de septiembre de 1573, el Rey Felipe II dirigió al Cabildo de Caballeros de Cuenca, así como a otras corporaciones nobiliarias, con el ánimo de que éste se constituyera en Maestranza e hiciera periódicamente alardes y paradas militares que les sirviesen de entrenamiento para la guerra. Varios de estos juegos de guerra realizados por los caballeros del Cabildo se describen con detalle en las diversas visitas que los reyes hicieron a la ciudad de Cuenca. En un documento de 1787 es calificada como "célebre y venerable hermandad de caballeros distinguidos con la advocación de Nuestra Señora de la Soledad", y también ha sido denominado "Cabildo de Caballeros de la Virgen de la Soledad y del Santo Sepulcro". A finales del siglo XVIII incorporó asimismo a sus posesiones el llamado "vínculo de Torralba" el cual heredó de doña Petronila de Jaraba. En 1858, ingresó en el Cabildo, el Obispo de Cuenca, D. Miguel Payá y Rico, que posteriormente sería arzobispo de Toledo, así como arzobispo y cardenal de Santiago. El Obispo de Cuenca D. Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros también formó parte, como ordinario de la Diócesis, de esta corporación en 1875. En 1885, se redactó un proyecto de Estatutos que se conserva en el archivo del Cabildo y se acuerda el diseño actual de su guión-estandarte. En 1900 ingresó en el Cabildo D. Wenceslao de Sangüesa y Guía. Obispo de Cuenca. Se conserva el Libro de Actas de sus Capítulos abierto en 1903 y sobre el cual se continúan trascribiendo sus sesiones o juntas. En 1927 se actualizaron las concordias entre el Cabildo y la iglesia de El Salvador. Tras unos años de inactividad provocados por el asesinato por milicianos de siete de sus integrantes, siendo uno de ellos el obispo de Cuenca y Maestrante de Zaragoza, monseñor D. Cruz Laplana, la desaparación y persecución de muchos de ellos así como la destrucción de muchas de sus posesiones, entre las que se podía contar el retablo arriba mencionado, durante la Guerra Civil Española , el Cabildo de Caballeros se reconstituyó por acuerdo corporativo de 22 de julio de 1944, vinculado a la Iglesia del Salvador, por decreto del Obispo diocesano de 6 de marzo de 1946.de la ciudad de Cuenca, estableciéndose dos secciones en su seno: el Capítulo y la Congregación.Monseñor D. José Guerra Campos, ingresó en 1974 en los Caballeros y Escuderos de Cuenca. En la actualidad, el Cabildo de Caballeros y Escuderos de Cuenca continúa teniendo en su Juramento de ingreso la directriz de ejercer el apostolado seglar en la sociedad. Para ello, sigue encomendado a la tarea de sostener una comunidad de fieles agrupados en el ámbito de la Iglesia de El Salvador, la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y de la Cruz, y tiene la responsabilidad de dirigir y organizar la solemne procesión del Santo Entierro, la noche del Viernes Santo en Cuenca, una de las labores por las que se siente más orgulloso. Con ayuda de los cofrades de la Congregación se desarrolla dicha procesión, que, actualmente, comienza en la Catedral a las 21 horas y se encierra después de medianoche en la Parroquia de El Salvador, donde se guardan sus imágenes titulares que desfilan esa noche: El Cristo Yacente, talla de Luis Marco Pérez de 1.942 y Nuestra Señora de la Soledad y de la Cruz, realizada por María Alonso, Camarena (Toledo) en 1.959, en la capilla cuyo uso y disfrute sigue ostentando el Cabildo.

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